Peinaba mis cabellos rizados, mientras yo me dormía agotada por el cansancio de un día de rayuela. Cubría mi pequeño cuerpo con la manta, besaba mi frente y, con cuidado, apagaba la lámpara de Blancanieves que reposaba sobre mi mesita de noche. Salía del cuarto caminando lento y cerraba la...