La Navidad… un momento mágico del año. Me imagino que está tan cerca de la finalización del mismo para recordarnos qué tan afortunados, agradecidos e, incluso, bondadosos hemos sido o pudimos haberlo sido. Es curioso cómo, cuando éramos niños, medíamos la felicidad de dicha celebración por la cantidad de regalos que recibíamos. Una felicidad tan efímera que no pasaba del mes de enero y, a veces, ni recordábamos quién nos obsequió...