Yo llegué a Madison a los 19 años… “puro llamingo,” una palabra que se usa en mi país. En ese entonces yo era introvertido y tímido. Con esa personalidad, sabía que no me ayudaría a poder integrarme a esta nueva sociedad, por lo que un día me dije a mi...
Un pescado baterista
Desde que tengo memoria siempre quise tocar música, incluso cuando era niño sacaba las ollas para golpearlas con las cucharas de madera. En mi casa éramos muchos en ese entonces, vivía con mis abuelitos, dos tíos, mis papás y mi hermana. Mi sueño siempre fue ser baterista... una estrella de...
La teoría del sombrero de Slash
Chris Ferrer era un gran fan de los Guns N' Roses. Desde pequeño su madre le había inculcado el amor por los melenudos forajidos. Así que para él fue todo un sueño hecho realidad ver aparecer a Mady, su ex novia, con dos pases VIP para el concierto de Slash...
La locura de un acorde
El corazón le latía a mil por hora mientras esperaba en el backstage. Tenía los nervios a flor de piel mientras intentaba repasar mentalmente las letras de todas las canciones que iba a interpretar esa noche. Habían sido meses y meses de duros ensayos creando canciones que fuesen novedosas o,...
Frank Zappa me vendió un perrito caliente
Frank Zappa me vendió un perrito caliente. Así, tal cual. Como lo oís. Vale, igual lo he soltado muy de sopetón, tendría que darle algo de contexto y matizar para que me creáis. La cosa en realidad fue así. El fantasma de Frank Zappa me vendió un perrito caliente. Con...
Lágrimas de roquero
Empezaron a sonar los primeros acordes de La mañana, de Edvard Grieg, en el viejo teclado Yamaha que no sabía que tenía en el bar, y aquel hombre duro, curtido por los años, se resquebrajaba y empezaba a llorar. Pequeños espasmos apretaban su pecho, fuera del alcance de su férreo...
Playlist
“Si fuera más guapa y un poco más lista Si fuera especial, si fuera de revista...” Suenan en el fondo los primeros versos de “Jueves”. Qué atinada canción de la Oreja de Van Gogh para describir cómo me siento. Hoy un poquito más que otros días. Y es que, no...