Hijo… siéntate derecho…
Hijo… no sorbas los mocos, no, tampoco te los comas…
Hijo… no me respondas, que soy tu padre…
Hijo… no grites… para ya de cantar… no juegues con la pelota en la casa…
Hijo… no digas palabrotas… no se pega a tu hermana… ni a tus amigos… no metas nada en los enchufes…
Hijo… ven ya a comer… ¡no hagas que te lo repita dos veces!
Hijo… en la mesa no se juega… en la mesa no se canta… el tenedor no es un juguete… viste, se te cayó la comida por no hacer caso…
Hijo… Hijo… para… para un poco… estate dos minutos callado… ¡SOLO DOS MINUTOS! …
Hijo… ponte el pijama y a dormir… no, ni un minuto ni cinco, ¡he dicho a dormir!… ¡ahora mismo! … no pienso discutir contigo… ¡no me contestes! … ¿me quieres hacer caso de una vez?… ¡QUE TE CALLES!…
Hijo… arriba, no seas vago… hijo, que llegamos tarde… hijo… o estás listo en un minuto o me voy…
Papi… ¿estás enfadado?… ¿por qué no estás contento?… ¿por qué me gritas siempre?… ¿ya no me quieres?… Te prometo que voy a dejar de llorar y que no lo volveré a hacer…
Una de tantas historias incompletas sobre infancia. Historia 5/12.
Autor: Juan Alonso
One Comment
Una buena lección para los padres. Interesante y muy real historia, aunque ahora es un tanto diferente a lo que era antes.