Me despertó una voz del otro extremo que se quejaba por la falta de espacio. —Claro que te falta espacio— pensé —¿Acaso estamos aquí para vivir cómodos?— No lo dije porque todos parecían dormidos y yo estaba muy atontada para decir cualquier cosa. Estaba en ese trance cuando sentí que...
Señora, ya puede conocer a su hijo…
¡Esta era la frase más esperada de los últimos días y hoy por fin la enfermera la estaba pronunciando! Me dispuse a levantarme de la cama lo más rápido que podía para acomodarme en la silla de ruedas que habían dispuesto para mí. Me sentía aún algo torpe y mareada, seguramente...