Abro los ojos y lo primero que se me viene a la mente es un montón de preguntas ¿Cómo será ser rico? ¿Cómo serán las sensaciones de levantarse de una cama con colchón, o del agua caliente sobre mi cuerpo en una ducha? Ese momento que don Carlos dice que es el mejor del día. ¿A qué sabrá el chocolate “Jershei” batido en leche sin “latosa” que dice la señorita Ana? Pero quizás, en lo que más pienso es ¿por qué me tocó nacer en un hogar pobre? ¡Ay carajo! ¿Qué hora es? 00:10. Ufff, qué alivio. Debo llegar al mercado de abasto del Cusco a la 1:00 am para comenzar mi día de “escarabajo”. Juan me dijo una vez que nos llaman así porque los escarabajos pueden cargar mucho peso encima, se mueven rápido y siempre están activos.
Me encanta mi trabajo, si bien solo llevo dos de mis catorce años de escarabajo, me gusta porque sin duda soy el más querido del mercado de abastos, donde me conocen como “Dechecito”. La señorita Ana me puso ese nombre porque dice que entrego los paquetes más rápido que los camiones amarillos de una empresa gringa de paqueteo que se llama “DEACHELE”; y si soy más rápido que un gringo y más querido que un billete de cien soles, pues claramente soy más sexi que “Brak Pid” para mi “Loli”.
Me cambio la camisa y me pongo la roja de “Espaiderman”. Solo tengo dos, pero esta es mi favorita. Don Carlos me la regaló un día que me notó viendo la tele desde una esquina afuerita de su local. En principio creí que me regañaría, pero luego abrió una caja, sacó esta camisa, se acercó hacia mí y me dijo: “Toma Dechecito, te regalo esta camisa”. ¡Gracias don Carlos!, le respondí, pero también le pregunté: ¿Por qué me la regala? Su respuesta define mis ganas de crecer durante el último año.
“Mira pequeño, sé que trabajas hasta las 7:00 am en este mercado y siempre has llegado a la 1:00 am en punto durante el último año. Lo sé porque es la hora en que yo siempre abro (y don Carlos nunca recibe tarde a sus proveedores). Durante este tiempo, siempre con Anita, hemos visto tu sonrisa y sabemos también que estudias después de venir a trabajar. Pero debes entender algo, pequeño: si pasas de escarabajo a estibador vas a ganar el doble, pues las cargas pesadas se pagan muy bien en relación a los paquetes pequeños, pero cuidado, tu cuerpo empezará a dañarse Dechecito y más pronto que tarde, ese dinero no habrá servido de nada. Por eso, intenta con todas tus fuerzas, Dechecito, de no engordar; mantente delgadito, así flacucho como estás, al menos dos años más, para que te mantengan como escarabajo en la APE (Asociación de Porteadores y Estibas). En ese tiempo cumplirás 16 y podrás legalmente trabajar para la señorita Ana y para mí. ¡No creas que te vas a convertir en millonario! Pero ganarás un poco más que lo que consigues hoy. Con eso podrás terminar el colegio y empezar a estudiar en la universidad. Dechecito, sé un buen muchacho, como era tu papi, pero estudia para que salgas de aquí y te conviertas en millonario… Ah! Me olvidaba de algo importante: ¡DEJA DE PERSEGUIR A LOLI CUANDO SALGAS DEL TRABAJO! QUE UN BEBÉ A ESTA EDAD TE CAMBIA LA VIDA Y NO ES PARA BIEN”.
Sé que Don Carlos dijo lo de millonario para ponerme contento y que nunca lo lograré, pero siempre es en lo primero que pienso cuando me despierto; lo que si no entiendo es por qué tuve que nacer en un hogar tan pobre y tener que trabajar antes de ir al colegio. El Padre Carlos dice que es una bendición, porque el trabajo dignifica al hombre y, si pienso lo contrario, mi mamá me da con la chancla en la cabeza.
Es la hora de salir a trabajar. Le doy un beso a mamá en la frente y ella me da su bendición seguida por la frase: “Juan, desayuna donde don Lucho”. Lo que mamá no sabe es que don Lucho ya perdió su cliente, porque este cuerpecito se tiene que mantener flacucho para ir a la universidad y conquistar a la Loli. ¡Quítate de ahí Brak, que Dechecito camina al éxito y mi Loli tiene mejores curvas que la Anyelina Yoli!
En honor a todos los niños trabajadores del mundo que enfrentan la madurez por obligación.
Una de tantas historias incompletas de La Pobreza. Historia 1/12
Autor: Miguel Viniegra
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6 Comments
Bonita historia.
Gracias Boris. Disfruta las próximas historias!
Muy tierna historia pero triste e injusta. En el mundo todos los niños tendrían que tener lo mínimo para su edad. Cariño y tiempo para estudiar y jugar con sus amigos
Gracias por tus palabras! La verdad es que estos temas son muy profundos para analizar y queremos que estas historias inspiren a eso
Maravillosa historia.
Felicidades
Gracias Larissa. Nos alegra saber que esta historia te ha gustado.